Después de tenernos un puñado de semanas en arresto domiciliario, las instituciones del estado (incluido el gobierno de la Generalitat) están empezando a “debatir” el “desconfinament”. Igual que en el resto de pasas que se han ido tirando a lo largo de la crisis.
El mismo pasa en el resto de Europa y el mundo, donde, igual que ha pasado aquí, el estado está extiendendo los tentáculos de control más allá de lo que es sanitario, añadido a que la salud es una de las áreas más importantes (si no la más importante) de la vida humana y que su control genera, en cascada, un control generalizado.
El control post-confinamiento, de una manera general, se centra en dos instrumentos, los certificados de salud y el rastreo de los contactos individuales. El estado español ha dado pocos pasos en este sentido, el único del que tenemos noticias es la adhesión al proyecto PEPP-PT de rastreo con bluetooth centralizado (también se han adherido a este proyecto Alemania, Francia, Italia… y 4 países más).
En esta situación la Generalitat a través de una comisión “de expertos” ha movido ficha (ficha en principio, inoperante puesto que no tiene competencias en la emergencia) con un informe titulado “Herramientas y estrategias por el desconfinament durante el brote de coronavirus en Cataluña” (https://www.ara.cat/2020/04/21/pla_de_desconfinament.pdf?hash=242b15b3720301addba672c9a56181c8eea0370b ).
Este informe da idea de lo que nos caerá encima, sea quién sea quien finalmente decida como se hace el desconfinament y también nos muestra las directrices ideológicas que los guía. De momento el Consejo Ejecutivo de la Generalitat ha aprobado hoy (25/4/2020) un plan de desconfinament para lograr (palabras literales) una “nueva normalidad”… y se ha limitado a publicar unas recomendaciones para la salida regulada de niños y adolescentes en el espacio público.
De todas maneras la comunicación de la OMS del viernes (24/4/20) avisando que no hay evidencias de que la inmunidad de los curados sea una realidad significativa ha enfriado, al menos de momento, la extensión de los “pasaportes” (https://www.bbc.com/mundo/noticias-52428981 ).
El “grupo de trabajo de expertos”:
Vivimos una época donde todo el mundo reclama el gobierno a través de los “expertos” y de los científicos, desde las reclamaciones contra el cambio climático, cualquier asunto es sometido a la criba de los “expertos”, cada sector del poder y de las instituciones tiene sus expertos (todos sabios, competentes, experimentados y conocedores), se trata del viejo jacobinismo del gobierno de los “mejores”.
En nuestro caso tenemos 17 expertos de 9 áreas, una buena parte su investigadores de Centros públicos y privados de investigación, hospitales y fundaciones (6 participantes), dos de Biocat (ente público pero muy relacionados con la bioindustria a través de BioRegió) y 4 “investigadores independientes” (un 24%).
¿Què y quiénes son los “independientes” ? Uno es Joe Brew es un investigador vinculado al ISGLOBAL, parece que su participación al Grupo de Trabajo es a título individual, Joel López figura como bioinformàtic, pero es el cofundador y CTO (Chief Technology Officer) de la empresa de servicios informáticos centrada en blockchaim.
Los dos “investigadores independientes” del área de movilidad, Mireia Clua y Jordi Mitjà, eran hasta principios de 2019 altos directivos de TMB, Mireia Directora de Personal y Jordi Director de Operaciones, los dos ligados al escándalo de los sueldos de los directivos de TMB, concretamente Mireia tenía un sueldo de 104.532€.
Aparte de los “investigadores dependientes e independientes” .
Al Grupo de Trabajo también participa la patronal PIMEC a través de un miembro de la ejecutiva, que es un empresario del sector inmobiliario y dos de la Cámara de Comercio, uno de ellos propietario de una consultora de informática. Curiosamente los Sindicatos representativos, tan sumisos ellos, no han sido tenidos en cuenta, al igual que la gran patronal de FOMENTO…
Curiosamente, dos de los participantes (un 12%) tienen vínculos laborales con Andorra.
Cómo se puede ver los miembros del grupo de trabajo tienen un vínculo fuerte con el sector privado y las empresas, un mínimo de 8 de ellos casi el 50%, esto sin contar los vínculos que hay entre los Centros de Investigación públicos y los intereses corporativos vía financiación y puertas giratorias.
En otro orden de cosas solo hay que dar un vistazo al twitter del jefe visible del informe, Oriol Mitjà, para ver hasta qué punto esta propuesta está politizada, no ya por temas tecno/científicos, sino por “tiras y aflojas” de poder dentro del gobierno catalán y del estado.
Las versiones del informe.
Han ido apareciendo filtraciones del informe encargado por el presidente Torra a Oriol Mitjà y, finalmente, hace unos días una primera versión que ante la oleada de críticas (muchas de ellas internas de la misma Generalitat) fue modificado radicalmente en su versión definitiva.
Las modificaciones a que ha sido sometido el texto son también muy definitorias de la ideología subyacente al borrador de estrategia.
En la primera versión el término pasaporte era “omnipresente” en todos los apartados (la palabra aparecía 38 veces en 41 páginas), en el definitivo se ha eliminado totalmente… bueno, no totalmente, en dos figuras todavía se conserva, era demasiado trabajo reconstruir las imágenes.
En la primera versión se dedicaba un espacio relativamente grande a la necesidad de creación del Instituto Catalán de Inteligencia Epidemiológica (ICEI), detallándose incluso la estructura, 6 Unidades con las competencias de cada una (de vigilancia, de predicción, de datos, de análisis de información, de investigación e innovación, de logística y respuesta), suponemos que este Instituto es la desiderata de colocación de los responsables del Grupo de Trabajo, especialmente de su jefe… pues a la versión definitiva este instituto desaparece.. bueno, no totalmente, en el apartado de abreviaturas han olvidado sacar la ICEI, a pesar de su desaparición.
El término pasaporte se ha sustituido por el de certificado, acreditación y credencial. Los contenidos de este tema, en buena parte, se han trasladado a un supuesto apéndice de acreditación de inmunidad al final del texto. En la primera versión las palabras certificado, acreditación y credencial aparecen un total de 39 veces y en la definitiva 59 veces. Especialmente significativo es que en el primero acreditación no aparecía ninguna vez y en el definitivo 37 (curiosamente el desaparecido pasaporte aparecía al borrador casi el mismo numero a veces que la acreditación).
Así pues vemos que, a pesar del intento de esconder el contenido real con una cortina de humo de palabras, la intención queda clara: clasificarnos según el estado de nuestro sistema inmunitario.
El pasaporte, credencial, certificado… o como se diga…
El nombre de pasaporte ha puesto los pelos de punta a muchos, así que de momento la Generalitat ha “aparcado” su aplicación (25/4/20) a la espera del que harán otros países europeos (Alemania, Reino Unido, Italia…) que también se están planteando el tema, parece que Chile será el primer país al tener uno de vigente.
La acreditación no es nada de nuevo en el sistema sanitario, tenemos por una parte las “cartillas de vacunación” extendidas sobre todo entre niños y adolescentes, pero que los últimos años se han empezado a implantar en la gente mayor a través de las vacunas antigripales.
De hecho guardar en un sistema informático datos de toda la población tampoco es ninguna novedad, tenemos en Cataluña implantado el sistema “Historia Clínica Compartida de Cataluña” (HC3) mediante el que cualquier persona con el nivel necesario puede acceder al historial médico de cualquier usuario del sistema (https://www.youtube.como/watch?*time_continúo=178&v=*opN2iK_*v8RY&feature=*emb_logo ), el HC3 contiene millones de datos recogidos en los hospitales del sistema público, los Sociosanitarios, los JEFE, los CUAP, los centros de salud mental, los de rehabilitación, los de diálisis y, pronto, los de los servicios sociales.
Del HC3 se obtienen los datos que gestiona el AQuAS (Agencia de Calidad y Evaluación sanitaria) y que el gobierno de Artur Mas, con Boi Ruiz de consejero, quería privatizar bajo el nombre de VISC+.
La credencial (denominaremos así al pasaporte) no es mas pues que una aplicación extraclínica del HC3, un documento para regular las actividades que pueden desarrollar determinadas personas.
La credencial podría ser en papel o en forma de app y permitiría atravesar controles de acceso a determinados recintos, espacios y transportes (vía QR, chip RFID u otros) y la realización de determinadas actividades (trabajo, deporte, educación…), en la credencial se tendrían que incluir de alguna manera (no se detalla como) que hayan tenido contacto con personas con infección activa… en los dos casos serían “personas rojas”. También habría “personas amarillas” que son las que no presentan los anticuerpos (es de suponer que la mayoría de la población) y finalmente “personas verdes” que han pasado la infección, tienen los anticuerpos y se piensa que pueden estar inmunizadas…
Todo el documento está plagado de referencias a la iniciativa privada, valorándola y teniéndola cuenta llegando a proponer que empresas privadas (hospitales privados, laboratorios, mutuas…) puedan generar certificados acreditativos, abriendo el camino a que el pago dé entrada a determinados privilegios.
La propuesta de certificado es pues una propuesta clasista, segregacionista y que perjudica a los menores y a la gente mayor, extiende y aumenta el control social a través de los datos sanitarios. Llegue a plasmarse en algo concreto toda la formulación del tema de la Acreditación o no, ha sido un buen ejercicio por parte del poder, simulacro de cómo podrá llevar a cabo en la realidad (por epidemias o por otros temas) y un sondeo para evaluar la posible resistencia a medidas como esta.
El rastreo de los contactos…
El rastreo de los contactos de cada persona con posibles infectados es una de las bases de todos los planes de desconfinament (junto con la detección de casos), para poder rastrear estos contactos los estados confían en sistemas “automáticos” que se apoyan en la telefonía móvil, tal como dicen que indican los “exitosos” casos de China, Corea del Sur y Singapur. Adaptando los métodos de estos países a las realidades de cada lugar.
Prácticamente todas las propuestas se basan en la relación entre teléfonos empleando la tecnología bluetooth.
El sistema consiste, en términos generales, en que dos teléfonos, cuando están próximos (pongamos 2 metros o menos), durante un tiempo determinado (por ejemplo a partir de 5, 10 o 30 minutos) intercambian unos códigos únicos y encriptados, estos códigos se almacenan durante un tiempo (por ejemplo un mes) y a medida que pasa el tiempo (por ejemplo a partir de un mes) a partir de este momento se van borrando a medida que se reciben de nuevo. El paso crítico se produce cuando el sistema sanitario detecta una persona enferma, entonces hay varias posibilidades:
1.-La persona infectada, sin intervención de nadie más, comunica el hecho voluntaria y anónimamente a sus contactos, este sería el método no invasivo.
2.-De una manera u otra, el estado a través del sistema de salud se hace cargo de la comunicación con la excusa de la planificación, de la estadística y… de la vigilancia de la cuarentena de los posibles infectados.
Evidentemente la segunda opción es la preferida por los estados, así el Estado Francés pide al consorcio Google/Apple que su herramienta sea más accesible y dé más información en el estado.
Han surgido varias iniciativas, de momento 5, formuladas por empresas, centros de investigación y gobiernos, la mas conocida es la conjunta de Google y Apple, pero hay dos a nivel europeo, un más avanzada es la DP-3T que ya ha presentado un prototipo, y la otra, la preferida por los gobiernos, la PEPP-PT ( que es impulsada por un consorcio formado por 130 institutos universidades y 8 gobiernos: Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Suiza y España), la propuesta PEPP-PT (Pan European Privace Preserving Proximiti Tracig) es una propuesta centralizada que da amplios poderes a los gobiernos.
De todas maneras la propuesta Google/Apple será seguramente la base de todos los sistemas, puesto que ofrecen incorporarla de oficio en las actualizaciones de sus sistemas operativos (Android y iOS dominan el 97% del mercado de sistemas operativos de los teléfonos), además el consorcio no se quiere mojar en el desarrollo de la app de comunicación y deja esto en manos de las “autoridades sanitarias” de cada país.
Para que el rastreo funcione es necesario que el usuario acepte durante la actualización, pero todos sabemos la facilidad con que se acepta todo sin mirar a pesar de que todos sabemos que esto no es lo más prudente… también hay que tener activo el bluetooth, la popularización de periféricos que se conectan con este sistema hace que ahora muchos lo tengan conectado continuamente, la propaganda institucional acabaría de redondear el tema de la conexión.
Naturalmente el sistema de rastreo de contactos es uno de los pilares de la acreditación propuesta por el Gobierno de la Generalitat a todo el largo del Plan de desconfinament, se propone emplear la app del departamento la StopCovid19 (que ahora mismo no tiene este sistema del bluetooth implementado), esta app ya ha sido descargada por mes de 600.000 personas.
La app esta gestionada a dominios ligados a Amazon y a una empresa (Mubiquo) dedicada a temas de marketing móvil, geofencing, comunicaciones… la app actualmente ya pide la geolocalización del usuario y el geofencing implementado a la app permitiría localizar al usuario en un espacio concreto.
La app que gestionará el estado (basada en la de Madrid) AsistenciaCovid19 está vinculada a servidores de Google.
Emplear los teléfonos con este objetivo tiene “el inconveniente” de que quedan fuera las personas sin teléfono, por ejemplo niños pequeños y personas grandes, por eso en el Plan de la Generalitat se recomienda empezar a implantar para ellas pulseras y otros dispositivos de internet de las cosas, como si se tratas de ganado o mascotas.
Continuando con la práctica de modificar los nombres de las cosas para mirar de enredarnos, ahora quieren cambiar la palabra rastreo o trazabilidad de los contactos (que tienen reminiscencias cinegéticas) por la de “notificación de la exposición”… arquitectura de vocabulario de altos vuelos.
En resumen, ¿cuál es la situación?
-Las “acreditaciones verificables” (pasaportes), las “notificaciones de exposición” (rastreo de contactos), las app de gestión de la pandemia son instrumentos clasistas que discriminan por la situación social y económica, también discriminan por motivos de edad (niños y viejos) y de salud (“población de riesgo”).
-No solo son instrumentos de discriminación sino también de control social, permitiendo en el estado y a las corporaciones sanitarias, recoger y tratar datos sobre la intimidad individual hasta unos niveles no logrados hasta ahora.
-No estamos ante una cosa nueva, ni de nada significativamente diferente, en Cataluña ya tenemos las bases de datos y los instrumentos para gestionarlas (HC3, la versión actual del fallido VIVO+…) solo estamos ante el ensayo de nuevas aplicaciones ajenas al tratamiento de la salud de cada persona.
-Construir espacios fuera del control es una tarea difícil, pero hará falta como mínimo cerrar los GPS y lo bluetooth… y también dejar los teléfonos a caso más a menudo… o sencillamente no utilizarlo.
Fuente: negre i verd
Comments
No comments yet. Be the first to react!